El cumpleaños era una merienda en la que no faltaba de nada, ni bebidas (refrescos, obviamente), ni comida, que devorábamos con fruición. Una vez terminada la merienda con tarta y todo y el cumpleaños feliz llegaba el momento culminante, si el tiempo acompañaba; si hacía malo Fernando preparaba una partida de subbuteo, pero si hacía buen día Fernando sacaba su arsenal: pistolas, rifles, metralletas, que repartía entre los niños para ir a jugar al descampado que había debajo de su casa. Porque sí, queridos lectores y lectoras, nosotros jugábamos a guerras, dividiéndonos en dos grupos, hasta banderas llevábamos, y sustituyendo en un momento dado las pistolas por cañas o palos que hacían las veces de espadas y lanzas imaginarias, y ¿sabéis que? ninguno hemos salido violento, ni psicópata, ni maltratador. Eran peleas en buena lid, en la que alguno salía con un chichón, había rodillas y codos raspados, pero cuando terminaban, casi siempre porque los padres venían a recogernos o porque se hacía de noche, las caras de satisfacción eran tremendas.
¿Era nuestra sociedad violenta? Yo diría que no, principalmente porque teníamos unos principios y un respeto hacia nuestros mayores y los demás que ahora no existen; jugábamos a guerras, no faltaban pistolas y espadas y si no palos y piedras, pero nada de eso influyó para que fuéramos violentos, como he dicho era una cuestión de valores. Ahora mismo la violencia está presente en las aulas, en la calle y en todas partes, pero no son juegos de niños, es una violencia cruel que acaba muchas veces en asesinato, como vimos en Seseña, amenazas y acoso escolar.
No señores políticos, no es una cuestión de juguetes violentos y ñoñeces varias chuliprogresistas, poco a poco están consiguiendo que nos vayamos a la mierda, muchas gracias INUTILES.
Joer que recuerdos, Los Tres Investigadores. Eran mis preferidos, aunque también leia Los Hollister. Hace unos años reuní todos esos libros y los doné a bibliotecas en hispanoamérica, para que pudieran disfrutar como yo lo hice.
ResponderEliminarY tienes razón con la violencia, otro juego que teniamos era esconder los famosos clicks de playmovil o soldaditos de plastico, y con piedras jugar a bombardearlos. Salu2
Yo hacía "aplecs de sardanes" con los playmobil y mi hermano y yo jugábamos a gitanos. Nos hacíamos una tienda de campaña con una sábana y le robábamos cosas a mi madre de la cocina. Hoy nos tacharían de racistas...pero y lo bien que lo pasábamos...
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