Lo que si es común a todos ellos es su elevado precio, lo que hace que solo los consuma una vez o dos por semana, aunque el seitán suele dar para dos o tres comidas , según el envase.
En el tema restaurantes pues acabo comiendo ensaladas y parrilladas de verduras en la mayoría de los sitios, aunque es en los orientales donde más disfruto tanto en chinos, woks, japoneses o tailandeses. En los otros restaurantes te encuentras a partes iguales con la comprensión de sus dueños o con miradas extrañas, incluso una vez, un propietario cuando venía con al ensalada dijo a voz en grito ¿donde está el raro? por supuesto no he vuelto.
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