Llevo unos días viendo comentarios en la red y en medios escritos, entre ellos de algunos ilustres escritores, con la mosca detrás de la oreja por la amenaza del libro electrónico y la posibilidad que tienen los internautas de descargarse gratuitamente multitud de obras desde internet.
Soy lector empedernido desde que aprendí a leer y también un amante de la tecnología. Muchas veces me he gastado dinero en libros que luego no han servido ni para calzar una mesa, otras veces he acertado de pleno. He sido asiduo visitante de bibliotecas hasta que tuve mi ebook y con él sigo el mismo método que usaba en la biblio: si me leo un libro y me gusta, lo compro en la mejor edición posible, nada de bolsillo, y pasa a mi biblioteca, para releerlo posteriormente.
¿He gastado menos en libros ? no señores, yo diría que incluso más. Ya que al no tocar las ediciones de bolsillo me he podido permitir, además de narrativa, comprar libros de fotografía, interiorismo, arte, que antes ni me miraba porque no me daba el presupuesto.
Curiosamente, con el ebook, he descubierto autores que EN LA VIDA hubiera encontrado en una librería o gran superficie generalista (nada que ver con los libreros de toda la vida).
A los autores les diría que no tuvieran miedo, que se sirvan de este instrumento que ningunearon las editoriales y que cuando se dieron cuenta de lo que había ya se habían dedicado muchos usuarios a digitalizar libros y colgarlos GRATUITAMENTE en la red.
Hasta se van a poder saltar muchos intermediarios y hacer llegar su obra a más gente, porque , señores autores, el boca oreja en internet funciona a las mil maravillas.
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