Al día siguiente me entero por las noticias que la guardia civil engancha a un coche de gran cilindrada a 170 km/h, le dan el alto, y al explicar el conductor que lleva al presidente de Extremadura consultan a su superior y le dejan seguir su camino sin multarlo. Podéis imaginar la cara que se me puso y como la ira comenzó a fluir por mis venas. Viva nuestro estado democrático en el que todos tenemos los mismos derechos y obligaciones.
La polémica por este caso (el del presidente, no el mío) ha saltado a los medios y ahora todo el mundo asegura que se pagará la multa y le quitarán puntos al conductor. Eso dicen, yo no me lo creo, en cuanto se haya pasado la tormenta mediática nadie pagará nada. Fijo.
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